En este post os muestro un trabajo de pintura sobre un cuadro Breezer Cloud Nine.
Además del deterioro del tiempo y las pequeñas marcas de uso... tras muchas horas y kilómetros encima de nuestros cuadros, puede ocurrir que "nos cansemos" de su imagen.
También existe la opción de nos hayamos comprado una bici que nos gusta por su geometría y su montaje pero que nunca nos llego a convencer estéticamente.
Pintar bien una bici, tiene sus horas de trabajo, lijar y preprarar el cuadro, realizar el diseño, vectorizar logos, cortar mascaras, todo el trabajo de aerografía y lacado, etc...
Pero el resultado bien puede merecerlo.
Y la verdad es que a veces estamos tan a gusto con un modelo concreto que pensamos:
-¿para que cambiar lo que nos funciona?
-¿es siempre lo mas nuevo mejor?
Y nos lanzamos a personalizar nuestro cuadro para que sea el único.
Cuando volvemos a montar la bici, si somos meticulosos, limpiamos todo con mimo y reponemos las piezas que presentan desgaste nos podemos encontrar con que aquella bici que nos parecía "desfasada" nos vuelve a seducir, la miramos con orgullo y lo que es mejor... ya sabemos como se comporta.
Bueno, vamos al lío... las fotos del trabajo.
Un saludo!!!
